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Ortega: "Hay que poner la habilidad al servicio del equipo"

El Burrito no gambetea el desafío de este grupo que aún no encuentra solidez pese a la jerarquía individual. Avisa que le regalará la 10 al utilero de Newell's y promete: "Vamos a jugar mucho mejor que en Perú".
Aquel pibe jujeño que gambeteaba hasta el banderín del córner sin levantar la cabeza ya no existe. El Ortega actual es distinto, juega de otra manera. Aunque no puede traicionar a su instinto y a veces se embala con la pelota en los pies, su función es otra: hacer jugar al equipo. Por eso quiere menos firuletes y mejor funcionamiento colectivo. "Tenemos jugadores con lindas capacidades, muy habilidosos con la pelota. Pero tenemos que poner toda esa habilidad al servicio del equipo. Destacarnos en lo individual, pero para ayudar a River", aseguró el Burrito, prócer en Núñez y también querido en el Parque Independencia que hoy visita.
La visión de Ortega es correcta. Hasta ahora, el River de Simeone demostró ser peligroso por el desequilibrio de Alexis Sánchez y por la presencia ofensiva de Falcao y Abreu. Pero el funcionamiento colectivo todavía es deficiente: hay poca circulación de pelota, mucho vértigo y nada de pausa. La gambeta o el desborde parecen los únicos caminos al arco rival y la cabeza de Abreu o alguna pelota parada, las únicas posibilidades de llegar al gol. El jujeño reconoce que el exceso de individualismo que hay por momentos en este River es contraproducente, aunque, fiel a su manera de vivir el fútbol, cree que la gambeta sigue siendo fundamental, por encima de cualquier esquema de juego. "Siempre se va a discutir sobre los planteos o la forma de jugar, pero al final manda el resultado. Es bueno tener distintas variantes para cambiar durante el partido, pero depende mucho del jugador. Si estás bien de la cabeza y físicamente, no hay táctica que valga. Te gambetean a dos jugadores y... ¿Qué hacés con la táctica?", comentó ayer al mediodía el 10 en el programa Dos de Punta (FM 101.1).
El golpe en Perú fue duro para el grupo. La derrota se masticó en la intimidad y se digirió rápido porque no hay tiempo para lamentos. "Se jugó mal, pero ya está, ya lo charlamos entre nosotros. Hay que vivir el día a día. Ahora tenemos un partido hermoso para jugar y seguramente vamos a jugar mucho mejor. Estamos confiados y muy ilusionados", asegura un capitán optimista que siempre pone la cara en los momentos difíciles.
El Burrito siente un cariño especial por Newell's: fue el club que le devolvió el fútbol después del año y medio que estuvo parado por irse del Fenerbahce. En Rosario recuperó la felicidad y dio una vuelta olímpica (Apertura 2004), que le atribuye en gran parte al paraguayo Justo Villar, hoy en el arco rival. "Es un gran arquero. La mitad del campeonato ése lo ganó solo", elogia Ortega. Claro que, obviamente, esta tarde quiere ganar, como lo hizo en Newell's las tres veces que enfrentó a River (en todas convirtió goles y los gritó). Y aporta algunos consejos para lograr el objetivo: "Es importante estar bien concentrados, porque ellos son locales y habrá mucha gente. Tenemos que cuidarnos de no cometer foules cerca del área porque tienen gente alta para las pelotas paradas (por Schiavi, Spolli y Da Silva, principalmente)".
Igual, Ortega tiene reservado un lugar para el sentimentalismo esta tarde. Primero para agradecer la ovación leprosa, luego para cumplir una vieja promesa al final del partido. "No voy a cambiar la camiseta con ningún jugador de Newell's porque le debo una a Pancho, el utilero. Siempre le digo que se la voy a dar y después me olvido. Esta vez voy a cumplir". Eso sí, el Burrito primero quiere cumplir con River...
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Un ídolo en el teléfono
Ortega contó que se emociona cada vez que lo llama Enzo.
Hace años que no juegan juntos, pero ninguno olvida esa sociedad fantástica que formaron en el River que ganó todo entre el 94 y el 97. Ese feeling se mantiene. Por eso, Enzo Francescoli nunca se olvida de llamar al Burrito. "Me encanta cuando hablamos. De cómo van nuestras cosas... Se me pone la piel... Me da escalofríos. Siempre lo admiré como persona y jugador. Siempre digo que es el mejor jugador con el que me tocó jugar", dijo el jujeño. Y Enzo siempre dice lo mismo de él.
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Por Ole.com.ar

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