"Me pone contento que hayamos ganado con dos pelotas paradas". Simeone es ganador, loco por la victoria, toda su carrera le importó ganar más que la forma en que lo conseguía, algo así como el fin es más importante que los medios. Esta declaración puede sonar contraria al paladar del hincha de River, pero yo no vi a nadie que no grite o reniegue por un gol de tiro libre o de cabeza. De todos modos, parece demasiado adjudicarle a Simeone o al trabajo de la semana mérito en los goles. Abelairas es el que mejor pegada tiene (punto a favor para el Burrito por dejarlo patear) y todos conocemos la fortaleza del juego aéreo de Ferrari, al punto que el Cholo ya no está tan preocupado por la llegada del transfer de Abreu...
Una curiosidad: la salida del chileno, el jugador más desequilibrante del equipo, les dio lugar a los mejores minutos gracias al atrevimiento del Enano Buonanotte. Eso quiere decir que acumular delanteros no hace a un equipo más ofensivo. Incluso puede hacerlo más previsible: a los defensores suele complicarlos no encontrar una referencia de marca. La mejor manera de sorprender a una defensa es agarrarla mal parada. Exageró esta mirada un poco Ramón, que puso un delantero solo. En fin, los extremos son malos (no es referencia al nivel de Rosales). Apostemos al ST y olvidemos el PT, que esto recién empieza y sumamos tres.
Por Ole.com.ar
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